El profundo trastorno social que está detrás del embargo de casas en EE.UU., conocido en este país como ‘foreclosures’, removerá de manera significativa las conciencias de anchas capas de la población, especialmente las clases medias y trabajadoras. Uniendo el brutal sistema de salud, basado en seguros y financiación privada, con los costos de las enfermedades repentinas, y la pérdida de la vivienda por parte algunos trabajadores, se está preparando el terreno para revueltas sociales masivas en los EE.UU. La prensa burguesa está hablando ya del desarrollo en los EE.UU. de Bushvills un eco de las llamadas Hoovervilles, que hacen referencia al presidente norteamericano en la década de 1930, Herbert Hoover, y que son los precursores de los actuales barrios de chabolas.Una muestra de lo que está por venir para la clase trabajadora americana se ve en la declaración de
El colapso del dólar, además, no ha resultado un beneficio para las exportaciones norteamericanas. Como Gran Bretaña, la economía de EE.UU. ha estado marcada por la desindustrialización, la recolocación de las fábricas y la producción en el extranjero, lo que ahora se llama en Europa “el capitalismo caravana”. Esto significa que ya no tiene la misma plataforma industrial ni la ventaja económica para sacar el máximo provecho de un dólar barato. Al mismo tiempo, el euro y el yen han aumentado despiadadamente.
Esto se añade a los infortunios económicos de la eurozona, que no ha sido todavía seriamente afectada, aunque la crisis de las subprime se haya hecho notar. Pero aún está por llegar una ralentización, quizá este mismo año. Para muchos países, por diferentes razones, la “camisa de fuerza” del euro podría ser tan restrictiva que la abandonasen o forzasen a otros a hacerlo. Un euro fuerte paralizará el costo de las exportaciones alemanas, que son la columna vertebral de su economía.En los EE.UU. existe ya una polarización de la vida política y social, que se refleja en el incremento de asistentes y en el interés por las elecciones primarias –especialmente en las primarias demócratas- así como en el enorme interés que Obama ha despertado en parte de aquellos que nunca habían votado antes, en mujeres, en trabajadores negros, etc. Obama o Clinton son capaces de derrotar a McCain. Si bien Iraq no ha desteñido la conciencia del pueblo americano, la economía está claramente al frente. Incluso los que no están afectados por la crisis económica se sentirán inseguros y culparán a la administración Bush y a su partido de la complicada situación.
En un mundo racional, esto significaría perder las elecciones. Como ejemplo está el caso de España; Zapatero, el candidato del Partido Socialista (PSOE) venció al derechista Partido Popular (PP) por un estrecho margen. Sin embargo apenas se habían extinguido las ovaciones, cuando el inminente derrumbe económico destacó mucho en la prensa española. Los factores domésticos, económicos e internacionales podrían deslucir rápidamente una presidencia de Obama o Clinton. Éste es el porqué de que el CIT en los EE.UU. ha continuado ejerciendo enérgicamente una política de combate a la idea de “mal menor”. Sin embargo, dada la situación de los EE.UU. este año, esto no será suficiente. Es evidente que tenemos que apoyar al independiente Ralph Nader en un paquete conjunto junto a otros como González. En el pasado, los EE.UU. estuvieron detrás de aquellos países en los que un sentimiento de clase había pasado a un primer plano. Ahora hay un marcado anti-corporativismo[2], un sentimiento anti-ricos en desarrollo, que supone un factor importante detrás del fenómeno de Obama.
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